Liderazgo:
que hay de cierto en los resultados de un “líder”?
La
palabra liderazgo ha estado ligada históricamente a fuertes conductores, tanto
hombres como mujeres, que guiaban a sus pueblos hacia nuevos destinos,
utilizando cualidades innatas para convencer, arrastrar, movilizar, pero
también para interpretar, adivinar y prever los pensamientos y a veces
desconocidos anhelos de sus seguidores.
La
descripción y las características del líder no cambiaron demasiado en nuestros
tiempos. Se han escrito infinidad de libros, la oferta de cursos es enorme, y
la herramienta del momento, internet, nos ofrecen una visión que, en aspectos
generales no difiere de la histórica, salvo en un punto que considero no menor:
intentan convencernos de que es posible adquirir las cualidades del líder con
un adecuado entrenamiento, venciendo un destino cargado de condicionamientos que
impone la propia personalidad. Coincido con esta visión formadora de líderes,
habida cuenta de que se analiza el fenómeno con tanta amplitud que es común escuchar su
relación con la sicología y con distintas técnicas del análisis de la conducta
humana. Siempre en la búsqueda de instrucciones, propuestas y guías para
lograrlo.
Y
en gran medida se ha logrado. Con perseverancia, entrenamiento y disciplina,
unidas a rasgos básicos de personalidad adecuados a ese fin, y una firme
determinación de éxito por parte del interesado, encontramos condiciones de
líder en muchas empresas y organizaciones.
No insistiremos, por lo tanto, en el cómo, que está al alcance del que
lo necesite, sino del porqué se le da tanta importancia al liderazgo para el
bienestar de las empresas y para las instituciones en general.
La importancia del
liderazgo
Algunos puntos
importantes:
Participación y calidad
La participación total de todo el personal de la
empresa es siempre la clave para un funcionamiento de máxima potencialidad, que
permite el desarrollo y la mejora de los
procesos en un marco de calidad.
Lo
interesante y verdaderamente útil es lograr la participación de todo el
personal en una nueva forma de vida con calidad. Esto requiere una firme
determinación de parte de la Dirección, que debe empujar permanentemente la
planificación, el seguimiento y el control de los procesos.
El
foco en el cliente y la mejora continua son condiciones obvias para el éxito de
una organización. Pero no debemos pasar por alto la tercera base indispensable
para que todo funcione: la participación de todos. No basta con declarar esta
condición. Se trata de vivirla desde la misma Dirección hacia todos los
niveles. Solo las máximas autoridades están en condiciones de garantizar que
las personas se sientan libres de hacer observaciones a los procesos y de
proponer soluciones.
Sistematizando las herramientas de
participación se muestra el verdadero liderazgo
De pocas palabras
Entre el personal siempre hay alguno que habla poco.
Se simplifica erróneamente este cuadro suponiendo que no entiende o que no
piensa. Es una experiencia enriquecedora poder abrir su comunicación. Seguro
que tiene mucha información útil. La expresión de ideas premiadas por el
reconocimiento de su utilidad y valor, lo hará sentirse más desarrollado como
persona.
El líder
puede llegar a él.
La gente sabe
La
percepción del personal es siempre la correcta. Desde su aparente
desinformación intuye los pensamientos y las necesidades del cliente y también de
sus jefes. Por eso es que la Dirección de la empresa debe involucrarse en forma
total y explicita, con la palabra, con actitudes y con ejemplos, evitando
esconder hechos e intenciones que ya antes de producirse estaban en conocimiento o intuición de la
gente. Es la llamada actitud proactiva planificada.
Liderazgo es adelantarse comunicando.
Todo bien?
Detectar
y reconocer los errores es el arranque para la mejora. Los procesos son siempre
perfectibles. El líder es el que convence a su gente de expresar sin temor ni
inhibición sobre lo que percibe como “algo que está mal”. De allí en adelante,
el plan de mejora, los análisis de riesgo, la ejecución y el control del
proceso mejorado, lleva todo a un nivel superior. Es la clave de la mejora, y
se logra disfrutarla en forma continua si podemos descubrir y afrontar los
obstáculos apoyados en una positiva actitud crítica del equipo.
El líder lo logra.
Lic. Hugo Molnar
Zeitplan Consulting
11 15 5415 9900
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