sábado, 4 de junio de 2011

Wiki leaks es el culpable



La lupa y el microscopio son para ver más de cerca y en detalle los objetos cercanos. El catalejo y el telescopio son para lograr algo similar con objetos lejanos.
Por supuesto que nos estamos refiriendo a objetos materiales, que le dieron al hombre un enorme trabajo de interpretación y al mismo tiempo muchísimas nuevas oportunidades como así como también desconocidos peligros.
Sin embargo, parece ser que no son estos temas los que le provocan insomnio, angustias y alteraciones de la mente y el espíritu al hombre común de la calle. Es la avalancha de información permanente y omnipresente lo que no está preparado para soportar. Información que aparece como contradictoria, acechante, incomprensible, a veces sospechosamente amable, pero por sobre todo, excesiva. Es demasiado lo que nos ofrecen para saber. Desde el diario y las revistas hasta internet, desde los mapas hasta el GPS, no sabemos cómo filtrarla ni cómo protegernos de ella.
Cuando nos encontramos en una situación semejante en que el agobio es insoportable, reaccionamos de manera drástica: atajamos todo con un escudo, nos aislamos por unos segundos y preparamos nuestras armas para defendernos.
Y en ese momento aparece Wiki leaks.