martes, 1 de agosto de 2017

Ambiente de trabajo y motivación

El marco grande de la Motivación en el trabajo
Las recompensas externas son equivocadas, falsas, controladoras. Probemos motivando con: autonomía, conocimiento y propósito.
Las recompensas externas, las del:
“Si logras tal cosa te premio con tal otra”
o las opuestas:
“Si no haces esto tendrás tu castigo”,
son controladoras, son falsas, y resultan equivocadas en un sentido ético porque a través de ellas  estamos tratando de controlar al otro. Esto es lo que sostiene y demuestra Daniel Pink (Yale University)
 Link you tube
 https://www.youtube.com/watch?v=UCB8teHnqXY
“Siempre sobre la base sobreentendida de una remuneración leal y justa, son tres los elementos motivadores centrales y profundos para lograr un rendimiento sostenido en tareas más complejas y creativas: autonomía, conocimiento y propósito

La historia
El gerenciamiento (management) es una tecnología que nace a mediados del siglo XIX para organizar, controlar y optimizar las inversiones en el desarrollo de los ferrocarriles y la expansión del comercio, reglando  las actividades de la gente en las empresas y logrando que hagan lo que queremos que hagan y de la forma que nosotros les indicamos.
Todo el desarrollo posterior de la tecnología del management se basó entonces en las necesidades que surgieron del crecimiento de negocios a mayores distancias, favorecidos por la conexión rápida que brindaba el ferrocarril, el que no solo transportaba los productos fabricados, sino también el valioso carbón, combustible fósil por excelencia de la primera era industrial.


Hoy
Hoy en día la competencia en los negocios requiere una visión distinta de los recursos humanos. Se espera del trabajador no solo productividad, sino también adaptabilidad a trabajar en equipo, flexibilidad ante los cambios, y un grado de creatividad autónoma que años atrás estaba limitada a un pequeño grupo de planificadores que establecían las reglas.
Por otro lado, hoy los integrantes de la organización y los candidatos a serlo se rigen por parámetros y exigencias distintas a las de antes y también más distantes de los valores que las empresas pretenden. El masivo, rápido y económico acceso a la información y las nuevas tipologías que surgen de generaciones “digitales” desafían los valores clásicos en las transacciones laborales entre empleador y empleado. Y lo más desafiante del cambio: cada persona tiene valores distintos.
Los medios de comunicación ofrecen hoy sin filtro  y para todos,  información masiva y confusa sobre lo que sucede y sobre las interpretaciones de lo que sucede en nuestro entorno. 

La empresa y su gente
Las empresas necesitan más que nunca el aporte y el compromiso personal en el trabajo, aunque resulta que a las personas no se las puede gerenciar hacia el compromiso. Es imposible comprometerlos por medio del control.
He aquí el desafío. Daniel Pink desarrolla los tres elementos que la alta Dirección de la empresa debe trasmitir, implementar, fomentar y premiar:
Autonomía
Conocimiento
Propósito

·         Autonomía
Una encuesta de Gallup muestra que 7 de cada 10 trabajadores en USA no se sienten comprometidos con su trabajo. Pero hay empresas que sí lo logran. Estas empresas orientan a su gente sobre lo que hay que lograr, pero fomentan al mismo tiempo la responsabilidad hacia la autonomía en la forma de lograr esos objetivos. Cada persona que integra una organización es una célula orientada al cliente, consciente de su rol en los procesos, y con una formación que le permite la suficiente independencia como para generar soluciones aun antes de que ocurran  los problemas.
Imaginemos desarrollar y sostener un continuo proceso de apoyo, formación y capacitación hacia la mayor independencia de criterio en la acción y en la toma de decisiones en forma autónoma, acompañando permanentemente ese camino, fortaleciendo la confianza en sí mismo de la gente. Aun las tareas por momentos rutinarias tendrán para ellos un mayor sentido. Su contribución es uno de los capitales que aportan los recursos humanos.

·         Conocimiento
Existe un deseo de toda persona de alcanzar una posición de mayor y más amplia comprensión de su trabajo y su contexto. Al sentir que progresa se siente más motivado, siente más compromiso con la organización, y desea permanecer en ella para seguir recibiendo y para entregar toda su energía y conocimiento
El problema visible en la arquitectura de las organizaciones es que no están preparadas para un camino permanente al mayor conocimiento de su gente. Una de las razones es que los gerentes no acostumbran a comunicar  qué piensan ellos mismos,  los directivos y jefes,  sobre las capacidades, progresos y comportamientos de sus colaboradores. Y si estos no lo saben, tampoco saben si están adquiriendo mayor conocimiento. Si no se conocen las falencias, difícilmente se puede saber si progresamos. Evaluar comunicando  es una tarea permanente del líder.
Los informes anuales de progreso resultan ridículamente perdidos en el tiempo. Imaginemos a los millenials (nacidos entre 1980 y 2000) en ese escenario y, teniendo en cuenta lo que ellos entienden por motivación en base a toda una vida con internet, celular, y tecnología de la información, que le brindan un retorno inmediato, abundante y permanente, comparado con una oferta de instalarlo en una organización totalmente extraña en la que seguramente faltará la comunicación, la información y el feedback.
Link al video
Millenials video Simon Sinek

Pensemos cómo podríamos hacer para que converjan los intereses de conocimiento de la gente con la necesidad de compromiso y productividad que requiere la empresa.
Podrían ser encuentros breves semanales, averiguando cómo se siente, qué necesita, qué opina sobre sus tareas, qué obstáculos encuentra en sus cosas, cómo ve su desarrollo personal en un futuro cercano y a mediano plazo.
Esa es la cultura del conocimiento, recordando que las personas con talento necesitan comprobar que están haciendo progresos.

·         Propósito
El propósito de una empresa es la misión y la visión que expresaron los fundadores. Es el sueño que explicita un fin que se ha  formulado expresamente en un plan de negocios y que se comparte con todos, absolutamente todos los componentes de la organización y sus partes interesadas.
Este sueño se comparte en forma abierta y más contundente cuando la gente está cerca del cliente. Allí ellos perciben lo que es la satisfacción, o mejor aún, el deleite del cliente. El que ellos han logrado, al que ellos han contribuido.
Los que trabajan en una empresa saben que realizan un trabajo y una contribución que es importante para los objetivos de la organización, y deben percibir que forman parte de un proyecto que es aún más grande e importante que ellos mismos individualmente y que la empresa misma y que puede tomar dimensiones planetarias.
Es la tarea central del líder, que se ocupa del cómo, pero sin descuidar el por qué y el para qué.

Allí vamos
Utilizando las motivaciones más importantes de la nueva tecnología empresarial:
Autonomía, Conocimiento y Propósito
y dejando de lado el método de la zanahoria y el látigo, estaremos más alineados con la verdadera naturaleza humana. Debemos dejar de lado costumbres y técnicas, que, aplicadas en nombre de la eficiencia, terminan falseando e ignorando esa naturaleza.
Apliquemos la ética en el trato de cada uno de nuestros colaboradores. Así habremos logrado un mejor ambiente de trabajo, y un mejor mundo para vivir.

Lic. Hugo Molnar       Febrero 2017