lunes, 1 de septiembre de 2014

No me puedo ir de vacaciones.Cómo lo soluciono? El enfoque de la calidad

    Se entiende… no me puedo ir de vacaciones sin que se arme alguna situación complicada en mi ausencia. Soy el titular de una PyME de 15 personas, y ya me acostumbré a escaparme  algún fin de semana largo sin avisar en la empresa, como forma de compensar los siempre postergados descansos  prolongados y de poder planear algo con mi familia. En ese día hábil en que no estoy en la empresa,  las situaciones criticas parecen o simulan quedar congeladas por unas horas y a la espera de mi aparición. Por supuesto que sufro un efecto acumulación al día siguiente, con las consiguientes rabietas, enojos, decepciones y sentimientos de culpa.
    Soluciones? Ya me sugirieron varias. Las probé todas. No funcionaron.

    Como siempre, la pregunta no es qué hacer, sino cómo hacerlo.

    Cómo podemos lograr que 15 personas puedan alcanzar suficiente grado de autonomía como para aliviar las tareas del jefe  en su ausencia? Se puede resolver este tema con detalladas explicaciones, preguntas y respuestas aclaratorias, una prolija instrucción de trabajo?
    Necesario pero no suficiente.
    Debemos vencer una certeza muy arraigada en la mente de todo el personal: "en caso de duda, siempre está el jefe".
    Es inútil plantarnos en certeros razonamientos  y grandes explicaciones, porque la gente percibe que lo mas sencillo es mantenerse en aquella cultura, que ellos mismos han desarrollado y perfeccionado y que no hubiera sido posible mantener… sin la complicidad y anuencia del mismísimo jefe!
    Es natural en el ser humano verse como imprescindible. No solo nos hace sentir valiosos, sino que nos hace creer que tenemos mas control de las situaciones. Todo pasa por nuestras manos o nuestra vista. Nadie podría resolver situaciones difíciles sin nuestra presencia o ayuda. Es que nadie siquiera podría distinguir entre una situación difícil y una rutinaria. Nadie salvo yo.
    Y aquí se distingue al verdadero líder.

    Participación y calidad
    La participación total de todo el personal de la empresa es siempre la clave para un funcionamiento armónico que permite el desarrollo y la mejora de los procesos en un marco de calidad.
    Sistematizando las herramientas de participación se muestra el verdadero liderazgo
    El líder abre camino.

    De pocas palabras
    Entre el personal siempre hay alguno que habla poco. Se simplifica erróneamente este cuadro suponiendo que no entiende o que no piensa. Es una experiencia enriquecedora poder abrir su comunicación. Seguro que tiene mucha información útil. La expresión de ideas premiadas por el reconocimiento de su utilidad y valor, lo hará sentirse más desarrollado como persona.
    El líder puede llegar a él.
      
    Sus colaboradores saben
    La percepción del personal es siempre la correcta. Desde su aparente desinformación intuye los pensamientos y las necesidades del cliente y también de sus jefes. Por eso es que la Dirección de la empresa debe involucrarse en forma total y explicita, con la palabra, con actitudes y con ejemplos, evitando esconder hechos e intenciones que ya antes de producirse estaban en conocimiento o intuición de la gente. Es la llamada actitud proactiva planificada.
    Liderazgo es adelantarse comunicando.

     Todo bien?
    Detectar y reconocer los errores es el arranque para la mejora. Los procesos son siempre perfectibles. El líder es el que convence a su gente de expresar sin temor ni inhibición sobre lo que percibe como “algo que está mal”. De allí en adelante, el plan de mejora, los análisis de riesgo, la ejecución y el control del proceso mejorado, lleva todo a un nivel superior. Es la clave de la mejora, y se logra disfrutarla en forma continua si podemos descubrir y afrontar los obstáculos apoyados en una positiva actitud crítica del equipo.
    El líder lo logra.

    Lic. Hugo Molnar

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